02 junio, 2013

El alcohol es un mal psicólogo pero cobra barato.

Como de costumbre, el viernes volvimos a hacer botellón aunque esta vez no fue por mí, sino por un chaval al que le había dejado la novia y claro yo me apunté. Al principio solo iba jiji jaja, pero acabaron llegando otros chavales y ahí desvarié. No me acuerdo como bajé hasta la plaza y ni si quiera me acuerdo de que cené por ahí. Lo que si recuerdo es como vomité por todo el piso de arriba y la cara de mi madre al abrir la puerta de su habitación y verme intentando limpiar todo eso que había dejado. Voy a matar a mis padres a disgustos. Supongo que esto será una mala racha.
Se acercan los exámenes finales y recuperaciones y voy a intentar hacer lo que sea ya no por mi sino para que mis padres se sientan un poco orgullosos de mí y cerrar unas cuantas bocas.

Espero que toda esta mala racha vaya acabando y que no se dejen de hacer botellones, que se hagan los que quieras pero, o me controlo o directamente no participe, solo este allí.

Sé que nadie lee esto, pero adiós.